Por qué esto? Porque un día decidí que el mundo de las estrategias de venta sería un buen punto de partida para consensuar con las estrategias de marketing – el qué vender, a quien, cuando y a qué precio implementando todo esto en ofertas que impulsan y maximizan los ingresos.
Pensé que iba a ir viento en popa, que iba a ser fácil, que todo va a fluir y que yo voy a navegar dentro de los nuevos conceptos como sobre un mar en calma. Qué me encontré? Pues que si en el marketing siempre experimentas buscando respuestas, en el revenue todo va muy exacto, muy preciso, muy argumentado con cifras y datos. Si uno define de forma precisa el cliente, el otro prevé de forma más precisa la demanda, si uno juega con ofertas alrededor de unos precios es porque el otro los ha decidido en función de un forecast bien fundamentado.
En conclusión: si uno controla, gestiona, optimiza, implementa de una forma muy pragmática, el otro hace lo mismo pero de una forma más lúdica, dando forma y color, creando el encanto alrededor del producto, alrededor de la marca, fomentando el deseo!
Por qué con humor? Porque me he encontrado con tablas, con cifras, con estadísticas y gráficos que me han quitado el sueño, así como el juego Tetris en mis años de infancia. Y entonces he pensado que en vez de tomármelo a pecho me lo voy a tomar con humor, intentando cambiar mi postura de seductor en una de gestor. Un poco complicado y antagónico, pero lleno de sorpresas!
¿Qué merecería contaros después de todo esto?
Pues que ha sido un curso muy intenso, pero muy bien documentado. Que hay gente detrás de este curso que hace su trabajo con mucha pasión, y con ganas. Que sabiendo un poco más te das cuenta de lo poco que conoces. Que me gusta pisar sobre firme y seguro, que me encanta poder sacar de unas tablas llenas de cifras estrategias para contar el futuro de una forma más precisa.
Y acabo citando a mi tenaz tutor de este curso; ¡Qué el Revenue Management nos acompañe!